Idealmente, cuando los candidatos acuden a un proceso de reclutamiento o selección, el resultado de la contratación debería ser de acuerdo a las capacidades y talentos de la persona seleccionada, por ser quien mejor se ajuste a las necesidades de la empresa.
Lamentablemente, la realidad dista de ese escenario. Consciente o inconscientemente, los reclutadores, como personas que son, tienen prejuicios y sesgos al evaluar a los candidatos que llegan para una entrevista de trabajo.
Es importante recalcar que todas las personas tenemos prejuicios en mayor o menor medida, pero también es posible disminuirlos mediante la sensibilización a esas otras realidades, así como establecer protocolos que aumenten la objetividad en la contratación.
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CV ciego
Es una estrategia que ha cobrado importancia en los últimos años. Se refiere a recibir los CV sin datos que puedan producir sesgos en la decisión del entrevistador, como el género, lugar y fecha de nacimiento, el nombre y la fotografía.
De esta manera, se asegura que el reclutador se enfoque únicamente en las habilidades, conocimientos y experiencia de las personas que aplican a la vacante.
Incluso es posible mantener una buena parte del proceso de selección a ciegas, por ejemplo, con una videollamada sin video o por chat.
¿Cuáles son los sesgos más comunes?
- Color de piel
Las personas blancas, aún siendo un porcentaje menor de la población en países como México, acceden en mayor proporción a puestos directivos y en general, son mayormente contratadas en todas las áreas laborales.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017 (Enadis) reportó que las personas que desempeñan un trabajo como profesionistas y técnicos que tienen la piel blanca representan el 21% de la población ocupada, siendo sólo el 12% sus pares con esa actividad y un distinto tono de piel.
Asimismo, en este mismo estudio, encontramos que el 6% de la población que trabajan como directores, jefes o funcionarios son personas de piel más clara, mientras que las personas morenas representan solamente el 2.6% en estos mismos cargos.
De este modo, la estadística general, apunta a que se contratan personas blancas en una proporción 2 a 1, en todas las vacantes y perfiles de los empleos formales.
- Aspecto
¿Cuántas veces no hemos leído en vacantes el término “buena presentación” como un requisito de contratación?
El problema no es que la empresa busque a personas profesionales que acudan con vestimenta formal a la entrevista, sino que ese término ambiguo de “buena presentación”, puede prestarse a que la selección favorezca a personas cuya imagen es más cercana a los estándares de belleza que, en su mayoría, aparecen en los medios de comunicación – personas altas, delgadas, blancas, sin tatuajes o perforaciones, cabello sin tintes de colores -, generando sesgos que impiden la entrada laboral a la diversidad de cuerpos y expresiones, sin importar la preparación real de los candidatos.
- Sexo
Este es otro de los grandes diferenciadores en la población ocupada. Sin embargo, como en muchas de las características de este listado, el sesgo del entrevistador no es la única causa para la falta de acceso a oportunidades laborales, por el contrario, se debe a una situación social mucho más profunda.
La Organización Internacional del Trabajo nos ofrece un panorama amplio sobre las causas de baja empleabilidad de las mujeres, situación presente en México y en prácticamente todos los demás países del mundo.
Algunas de las causas y situaciones que describe la OIT a este respecto, son las siguientes:
- Presión para adaptarse a los roles tradicionales. Todavía un 20% de los hombres y un 14% de mujeres alrededor del mundo sigue creyendo que es inaceptable que una mujer salga a trabajar, pues considera que su rol social debería estar enfocado en la crianza de sus hijos y el trabajo del hogar.
- Las mujeres se emplean menos en el mercado laboral. El índice actual de participación de la población económicamente activa, incluye al 49% de las mujeres, mientras que la participación masculina es del 75% de los hombres.
- Existe una mayor proporción de mujeres en empleos vulnerables e informales, pues deben priorizar el trabajo doméstico o sólo acceden a trabajar en negocios de familiares en condiciones precarias.
- Edad
La mayoría de vacantes establecen una edad máxima de 40 a 45 años. Esto genera una gran desventaja para las personas mayores de esa edad, que representan aproximadamente el 15% de la población en México, lo que pone en riesgo la estabilidad económica de esas personas, durante casi la mitad de los años de la esperanza de vida actual, de 76.6 años.
- Discapacidad
Una profunda incomprensión de la discapacidad impide a muchas personas conseguir un buen empleo. Aunque es cierto que en ocasiones es necesario realizar algunas adecuaciones a las vacantes en aspectos físicos o condiciones de flexibilidad horario o de ubicación, la realidad es que constantemente se están desperdiciando grandes talentos que podrían ser sumados a las organizaciones, a cambio de generar pequeños cambios en los procesos.
- Condiciones de salud
Dentro de las razones discriminatorias más comunes que se incluyen en esta categoría está el rechazo a personas con VIH, fruto de prejuicios que poco tienen que ver con el desempeño laboral. Asimismo, aunque representa más una condición de ciclo de vida, frecuentemente se rechazan también a mujeres embarazadas en las vacantes.
¿Cómo reducir la discriminación y los prejuicios en el trabajo?
- Establecer políticas de inclusión que establezcan, incluso, cuotas de ciertas poblaciones en desventaja laboral. De esta manera, se abren oportunidades exclusivas y se asegura la diversidad en el centro del trabajo.
- Capacitación en temas de diversidad, perspectiva de género y adecuación de las vacantes para personas con discapacidad.
- Sensibilización. Aunque puede ser un objetivo cubierto por una capacitación bien planeada, es importante que las personas vivan en carne propia la relación con personas diversas. No es lo mismo que te platiquen sobre las problemáticas de una persona distinta a ti, a que tengas que convivir con esa misma persona, establecer empatía y entender de primera mano, algunas de las vivencias que atraviesan.